En el apartado espiritual, el botón de muestra lo ponen los casi 2 millones de fieles que acudieron a la misa celebrada por Benedicto XVI en Cuatro Vientos (la ausencia de titulares en la prensa “progresista” no hacen más que confirmar el éxito del acto).
En el apartado económico, se ha calculado en 160 millones de euros los beneficios obtenidos por los comerciantes y hoteleros (los indignados comerciantes de la Puerta del Sol estarán muy agradecidos al haber podido disminuir las grandes pérdidas ocasionadas por los supuestos indignados del movimiento 15-M en los meses de mayo y junio).
Quizá por la ingente cantidad de peregrinos que ha sobrepasado las expectativas, ha habido voces de crítica contra la organización. Especialmente el primer y el último día. En la misa de Cuatro Vientos a cerca de 200.000 personas se les dio con la puerta en las narices, después de pasar una odisea para poder llegar al aeródromo. Y nadie vio las anunciados autobuses lanzaderas…
En definitiva, un gran éxito que no debe quedar empañado por pequeños fallos organizativos.
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