viernes, 15 de julio de 2011

¿Puede ser el lenguaje sexista?

Hace tiempo que está de moda el uso del conocido como “lenguaje no sexista”. Uno tiene la convicción de que este tema ha sido puesto en la palestra por el PSOE, porque no hay nada como soltar temas absurdos y polémicos para desviar la atención de la población, a fin de ignorar la crisis que nos ha machacado y lo sigue haciendo, no ya tan internacionalmente como antes. Recuérdese el ejemplo claro de la propuesta socialista de cambiar el apellido de los hijos en función del orden alfabético de los apellidos de los padres.


Es evidente que la introducción de fórmulas que eviten el lenguaje sexista no hace más que entorpecer el lenguaje, restándole economía y elegancia. Y como ya se sabe que en Andalucía para estas cosas somos líderes, no hay publicación de la Junta que no lleve su “análisis del lenguaje y revisión no sexista”. Y más dinero para sandeces y menos para lo que de verdad lo requiere. Con la que está cayendo de paro. En la imagen de abajo se pueden ver los autores de una guía para pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva crónica). Más gente (cobrando, claro) para temas no prioritarios.


Una cosa es pulir algunas cosas que el lenguaje debe mejorar, que no digo yo que no haga falta, y otra cosa es hacer prioritario un tema que para nada lo es y que acabemos con frases como “los alumnos y alumnas evaluados y evaluadas positivamente, y todos y todas cuantos y cuantas acreditaron formación suficiente serán notificados y notificadas fehacientemente”.

Y han conseguido que el que escriba normal quede como machista, misógino y de todo. Y algunos, para curarse en salud, añaden a sus textos en la red: “Esta página web utiliza lenguaje no sexista. Las referencias a personas, colectivos o cargos citados en los textos en género masculino, por economía del lenguaje, debe entenderse como un género gramatical no marcado. Cuando proceda, será igualmente válida la mención en género femenino”. ¿Es necesaria esta aclaración?

Como dice un conocido catedrático de la Universidad de Sevilla “cada vez me gusta más la palabra gilipollas, porque no se puede decir gilipollos y gilipollas”.  Pues eso, de gilipollas profundo.

1 comentario:

  1. En "Platero y yo" se lee "es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña..."
    ¿será Juan Ramón Jiménez un adelantado a su época?

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